martes, 12 de junio de 2007

Viajes y lucha

Queridos hijos:

Ayer, hoy y mañana van a ser días duros para mí. Cuando vuelvo del trabajo, y vengo cansado estos días, tengo que hacer montones de cosas para la preparación de la siguiente batalla legal, que tenemos el jueves y el viernes. No sabéis lo humillante que es para mí, pero lo sufro con gusto sabiendo que es por vosotros. Tenéis derecho a un padre. Y os garantizo que tenéis un padre que os quiere.
A mí me duele todo esto. Sois pequeños todavía y no podéis comprender cómo dos adultos que un día se quisieron pueden tener este nivel de conflicto. Pero, tranquilos, hijos míos: todo pasará. Y, además, seguís teniendo el amor de vuestra madre y el amor de vuestro padre.
Tengo que preparar todo. Los viajes, por carretera y por avión, durante la noche me muelen. La maleta, los papeles, que todo vaya organizado. El coche de alquiler, los viajes por Francia. Las reuniones interminables con mi abogado. Sólo me consuela que quizás, esta vez sí, después de cuatro meses sin veros, consiga veros este fin de semana. Pero si no os veo, no voy a aflojar y seguiré luchando. Cuando seáis un poco mayores y leáis esto al menos os daréis cuenta de que si lucho por vosotros sufriendo estas penalidades es porque os amo. Es triste que el amor que os tengo sólo lo pueda expresar de esta manera. Pero también esto es amor.
Un beso y mis bendiciones una vez más,

Papá

No hay comentarios: