miércoles, 20 de junio de 2007

Maneras de amar

Queridos hijos:

Mi último viaje a Francia ha sido una locura. No os he visto, pero me he quedado a unos 5 kms de vuestra nueva casa. Todos los días pasaba por allí a la hora que más o menos sospecho que os acostáis y os daba mi bendición desde el coche. Ya ni siquiera sé cuáles son vuestras ventanas. Me parte el alma estar tan cerca y tan lejos de vosotros al mismo tiempo.
Durante dos días he necesitado a mi abogado, 8 y 5 horas respectivamente. Sólo espero que comprendáis que para mí este nivel de conflicto es tan desagradable como para vosotros. Sé que estáis sufriendo mucho. Y, por vuestra edad, tampoco podéis entender por qué. Quisiera simplemente que comprendierais que si hago este esfuerzo legal, que va acompañado de un sacrificio económico importante, es por vosotros. Para que estéis mejor. Para que volvamos a estar juntos.
Por fin parece que al menos en esta primera fase podremos vernos. En algún momento de la primera quincena de Julio. Esto me llena de esperanza. Es muy poco. Es, de hecho, poquísimo. Pero es un primer paso.
Os quiero. Y os mando mi bendición esta noche también.

Vuestro padre

No hay comentarios: