domingo, 10 de junio de 2007

Estimados lectores

Estimados lectores:

No sé qué os habrá traído hasta este humilde rincón del ciberespacio ni cómo habéis llegado hasta aquí.
Digamos que me llamo Santiago, aunque éste no sea mi verdadero nombre. Digamos que tengo en torno a cuarenta años. Digamos que tengo varios hijos. Digamos que mi ex mujer –una ciudadana francesa- me abandonó, tomó los hijos con ella y luego se divorció de mí. Digamos que durante varios años ella ha puesto a los hijos en mi contra. Digamos que ahora tengo muchas dificultades para acceder a mis hijos. Digamos que soy un católico de las Españas.
Otras cosas que pudiéramos decir … ya se irán diciendo Dios mediante.
Esta bitácora, como dije en el primer post, no es más que un diario abierto a mis hijos.
¿Por qué abierto? Pues para que vosotros, estimados lectores, seáis testigos mudos de que este padre no olvida a sus hijos. Los ama con locura, aunque no les pueda expresar este amor en el día a día. Es un diario íntimo para ellos, pero daréis fe de que nunca dejé de amarles, aunque su madre a veces, y erróneamente, se empeñe en intentar convencerles de lo contrario.
Que la Santísima Virgen os bendiga en este domingo tan especial tras el Corpus Christi. Sed bienvenidos y muchas gracias por vuestra visita,

Santiago

No hay comentarios: