martes, 10 de julio de 2007

Reflexiones teológicas

Queridos hijos:

Si negase estar abrumado por la circunstancia vital que estáis viviendo, con una familia rota y apartados de vuestro padre, más todo el divorcio tan duro que estamos pasando vuestra madre y yo, mentiría.
Empero un buen Sacerdote amigo mío me hacía reflexionar ayer sobre una serie de puntos:
a) sería blasfemo decir que Dios quiere todo lo que estáis pasando, pero no es menos cierto que Dios lo permite (y la voluntad permisiva de Dios también hay que tenerla en cuenta)
b) si Dios lo permite es porque de un modo u otro Él sacará un bien mayor de todo esto
c) Dios os quiere mucho más de lo que incluso vuestro padre (o vuestra madre), pobres criaturas mortales, os quieren
d) Dios se ocupa de vosotros. Y San José, al cual tantas veces imploro que os adopte en mi ausencia, también
De todo ello se infiere que aunque humanamente todo está perdido, o parece estarlo, no lo está. Lo que es imposible para los hombres para Dios no lo es. A pesar de todo estáis mejor cuidados de lo que yo pudiera pensar.
Todo lo cual no me quita un ápice de dolor, pero al menos me da un punto de paz del que en este momento carezco.
Os bendigo y pido que la Santísima Virgen –a la cual estáis consagrados- os proteja siempre,

Papá

No hay comentarios: